quiénes somos

Hola, soy Paz Queipo de Llano, aunque he trabajado en joyería durante años, siempre he tenido una gran pasión por las flores.

Desde que era pequeña, en mi casa siempre ha habido flores. Mi abuela y su hermana gemela, la tía Lola, cultivaban sus propias flores y las utilizaban para decorar toda la casa. De hecho, ellas mismas plantaron las flores que adornaron mi boda y crearon los arreglos para la iglesia y las mesas.

A lo largo de los años, he realizado cursos y me he formado como aficionada. Sin embargo, para dar un paso más en mi pasión, decidí buscar más formación y encontré la Madrid Flower School. Allí realicé un máster profesional que me permitió iniciar esta aventura. Puedo decir que ha sido la mejor decisión personal y profesional que he tomado en mi vida.

En este año, he formado un equipo excepcional de profesionales en La Fioreria. Sin ellas, esta empresa no sería posible. Por el momento, todas somos mujeres y seguimos avanzando juntas.

Mi objetivo al abrir La Fioreria es animar a todos a tener flores frescas en sus hogares. Deberían ser un elemento fundamental en cada casa, ya que nos alegran la vista (colorterapia), perfuman el hogar de forma natural (aromaterapia), decoran y nos permiten cambiar el aspecto de nuestro entorno en cada temporada, jugando con colores y formas. En resumen, las flores hacen nuestra vida más agradable.

Trabajar con flores es un regalo. Estar rodeada de belleza y aroma es una suerte. Poder crear centros y ramos diferentes cada día es la parte más bonita y creativa de nuestro trabajo. Nuestro objetivo principal es interpretar el gusto de nuestros clientes y destinarlos a la persona adecuada, con el fin de llevar un poco de felicidad y belleza a sus vidas.